miércoles, 24 de diciembre de 2014

2014

Como muchos deben haber supuesto, el blog de perspectivas económico-políticas fue consecuencia del cursado de Historia Económica y Social Argentina y la cantidad y calidad de información de la que fui consciente. Luego de ello, se me ocurrió crear este espacio para compartir mis conocimientos y responder dudas que puedan surgirle a aquellos que no estén adentrados en estas dos áreas muy interesantes, desde mi punto de vista.

Ojalá el próximo año tenga profesores que incentiven a leer, escribir e informar. Aunque sea con aciertos y desaciertos, siempre hay un momento en el que se corrigen errores y se aprenden a esquivarlos y no repetirlos. Una persona en formación comete errores todo el tiempo y demuestra interés por distintas áreas. Corregir la falla y servir de buena guía es tarea del docente. Aceptar las correcciones, entenderlas y aprender de ellas es todo lo que enriquecerá al alumno y lo hará apto para insertarse en otra nueva etapa.

Sean felices, disfruten, háganse cargo y vivan. 

Que inicien un 2015 pleno. Felices fiestas.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Frente para la Victoria-primera parte. Economía y políticas sociales

>Desde hace casi doce años estamos siendo gobernados por este frente que adhiere a la ideología del histórico Partido Justicialista y llueven en la gran mayoría de los medios de comunicación visuales y escritos críticas negativas sobre las políticas, el accionar, el personalismo de sus funcionarios.

                 Daniel Scioli, precandidato por el Frente para la Victoria.

Cuál sería una de las razones por las que sucede esto??? Creo yo que el punto clave está en el desenvolvimiento económico del país y el accionar hacia los que menos tienen a través de los conocidos planes sociales.

La economía, desde mi punto de vista, está siendo manejada de una manera muy ordenada y de acuerdo a lo que dicen los libros y la teoría que uno aprende como universitario. El tinte nacionalista quedó impregnado a lo largo de todos estos años en nuestro país y será muy complicado que el próximo gobierno intente sin oposición aplicar políticas de corte absolutamente liberal, fallará. Por otro lado, este aspecto siempre fue criticado para mal y siempre abundaron las propuestas sin argumentos de que las cosas podían haberse manejado de formas mejores. Se critica ahora y se criticó siempre


Massa dice que modificará las escalas de impuesto a las ganancias, que eliminará en cien días la prohibición de comprar moneda extranjera con libertad y que eliminará también las retenciones para las economías regionales. La gran pregunta es cómo hará para financiarse: subiendo impuestos a los trabajadores??? Llegaremos a un nivel exorbitante.




Macri hizo el metrobús, planificó y ejecutó políticas de embellecimiento urbano, inaugura nuevas estaciones de subte, está presente en exposiciones para alentar a la población juvenil, pero el endeudamiento está en alza y continúa, dedica una mínima proporción del gasto a la construcción de viviendas y presupuesta inversiones en diversos rubros por debajo de la inflación que se prevee para el próximo año. Es de los que piensa que controlando la emisión monetaria y sacrificando el consumo esencial de la población, los precios disminuirán y la economía volverá y se reestablecerá en niveles normales.



Y el discurso del intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto (FpV), no está muy distante de los dos políticos mencionados en párrafos anteriores. Los comentarios de vecinos en las redes sociales afirman: ''acaba de llegar el ABL (impuesto municipal) con 25% de aumento. Eso sí, acompañado de un "¡Felices fiestas!'' y ''el deseo que los argentinos nos encontremos en un abrazo".

Los planes sociales fueron aplicados para población carenciada y que no tiene como salir de la pobreza y marginalidad que le toca vivir día a día. Yo diría que desde hace dos o tres años están totalmente desvirtuados. Por qué? Porque está bien ayudar a las personas a ''salir del pozo'', pero hay que dejar de ayudarlas cuando lograron salir. Y es sumamente importante controlar cómo usan el dinero que se les otorga para salir de ese pozo, que lo utilicen de forma eficiente. En los últimos días se estaba anunciando un subsidio de pesos ocho mil para los ''trans'' mayores de cuarenta años, cobrando un monto que duplica a la seguridad social de las personas en edad pasiva (jubilados).

Conectar Igualdad, plan ''sonrisas'' (dental), trenes cero kilómetros por mencionarte tres políticas aplicadas por Cristina Fernández, disminuyen la brecha entre el que más y menos tiene. Qué está mal? Qué criticamos? 

Quedo a la espera de comentarios que puedan contradecir o apoyar esta nota y estoy con ansias de discutir este tema. Gustoso de compartir con quien quiera.....

jueves, 4 de diciembre de 2014

[2014] Pérdida de poder adquisitivo. Pedidos y respuestas

>El 2014 será recordado por los trabajadores como un año de clara pérdida de poder adquisitivo.

Según datos del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA) (Central de Trabajadores de Argentina (CTA) oficialista) observamos que nos encontramos en el segundo trimestre de 2014 con una fuerte caída, de un 7,7% interanual.

¿Por qué la inflación? El monetarismo apela a un supuesto clave: la economía se encuentra operando al límite de su capacidad instalada y no existe población desempleada, por lo que es imposible el aumento de la producción en el corto plazo. Por lo tanto, si se produce una inyección de dinero que empuja la demanda de bienes y servicios, aumentarán los precios ya que la producción no puede aumentar.

La realidad contradice las premisas monetaristas. La economía actualmente no está ‘’recalentada’’. El uso de capacidad instalada es bajo, de hecho está en un nivel mínimo de los últimos años. Por otro lado, tampoco se ve un aumento de la demanda que presione la oferta, siendo que el consumo está cayendo desde fines de 2013, justo cuando se produce un aumento de la inflación.

Para intentar emparejar el deterioro salarial, la totalidad de centrales sindicales y numerosos gremios han encontrado una fórmula a la que no es la primera vez que apelan, aunque en esta ocasión aparece con mayor urgencia: el bono de fin de año (suma fija no remunerativa que los empleadores pagan por única vez). Como siempre, ante la negativa oficial, los precandidatos 2015 aprovechan la oportunidad para afirmar que ellos harían las cosas mejor.

Yendo al supermercado, pagando el alquiler, subiéndose a un medio de transporte, es más tangible que nunca que el poder de compra ha enflaquecido. El intento de este año de compensar el impacto inflacionario de la devaluación de enero fue a través del programa Precios Cuidados, que en ciertos casos ha logrado marcar un precio de referencia, pero cuya incidencia en la canasta básica de cualquier trabajador ha sido limitada. Esta política de sentarse a negociar con los grandes supermercadistas sin un complemento de aumento salarial significativo resulta incompleta.

Entre los más afectados se encuentran aquellos con menores ingresos, donde la inflación impacta en mayor medida, a través del aumento sostenido de los alimentos. Y por otra parte incide fuertemente en el sector de trabajadores informales, quienes cuentan con un trabajo, tienen menor poder de negociación y por lo tanto cuentan con menores aumentos salariales y la nula capacidad de negociar un bono de fin de año.


Ayer, la presidenta Cristina Kirchner anunció que "los trabajadores con ingresos que no superen los 35.000 pesos mensuales no pagarán (Impuesto a las Ganancias) sobre el medio aguinaldo" de diciembre. La medida se produce luego del lanzamiento del paro de 24 horas que la semana próxima comunicarán que realizarán los gremios de transporte terrestre, aéreo y marítimo, en respuesta a la negativa del gobierno nacional a modificar el impuesto a las ganancias, así como otros reclamos sindicales (bono de fin de año.

Gentileza: periódico ''Cambio'', movimiento popular Patria Grande.

[OPINIÓN] A nueve meses de las PASO

>Si votamos al PJ seguimos igual, si votamos al Frente Renovador de Massa o a la Propuesta Republicana de Macri volvemos al período neoliberal de Menem. UNEN se conformaría con un segundo puesto, la UCR presentaría un candidato propio que probablemente tenga poco peso y las propuestas socialistas, obreras, de izquierda y de los trabajadores seguramente seguirán ocupando los últimos puestos en las encuestas. ¿A quién votamos? Es la primera vez en doce años que no hay una tendencia triunfadora clara sino que por ahora el final está abierto.

Elecciones PASO: son un mecanismo de preselección de los candidatos que participarán en los comicios generales. Se trata de una elección nacional, abierta, simultánea y obligatoria.

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli (FRENTE PARA LA VICTORIA), parece haber optado por reforzar la identificación con el kirchnerismo para garantizar su primer objetivo: ubicarse como principal candidato del oficialismo. Si lo logra, abordará el segundo: blanquear algunas de sus diferencias para construir una mayoría que le permita ganar. Los sectores de izquierda y el progresismo kirchnerista están compenetrados en posicionarse en las internas del FPV y no se avizoran posibles rupturas.

Mauricio Macri (PROPUESTA REPUBLICANA) logró fortalecerse como la referencia antikirchnerista más clara del sistema político. Pero eso es un arma de doble filo: es muy difícil formar una mayoría a partir del antikirchnerismo, al menos mientras no se desate una situación económica y social crítica.

Sergio Massa (FRENTE RENOVADOR) está en mejores condiciones de construir una mayoría por la ambigüedad (múltiples interpretaciones) de su discurso, en un eventual ballotage. Sin embargo, para ello deberá desplazar al macrismo.
Evidenciado que ninguno de los candidatos del FRENTE AMPLIO UNEN quiere disputar la presidencia, los radicales se concentran en ampliar su dominio territorial y en conservar el segundo lugar en el Congreso. Para ello, una candidatura testimonial es mucho menos funcional que un acuerdo con Macri o Massa.


El FRENTE DE IZQUIERDA podría ser utilizado para convocar ampliamente a la construcción de un frente electoral en condiciones de romper la reasignación ante un avance de la derecha, despertando el entusiasmo que ninguna de las opciones del ‘’campo popular’’ está en condiciones de generar por sí sola.

Gentileza: periódico ''Cambio'', movimiento popular Patria Grande.

martes, 2 de diciembre de 2014

Crisis del sector automotriz. Lanzamiento del PROCREAUTO

>Aquel sector que media década atrás había sido considerado como modelo de desarrollo industrial de países subdesarrollados, hoy no está pasando por su mejor momento.

Puerto de Buenos Aires.



Hacia fines del segundo mandato peronista, las historias de mis familiares indican que en el puerto argentino se encontraban insumos de capitales alemanes para construir una gran industria automotriz en nuestro país, símbolo de lealtad y honestidad hacia la Alemania Nazi durante la Segunda Guerra Mundial (sobre todo del sector militar). La caída de Perón por la Revolución Liberadora hizo que éstos se fugaran hacia Brasil, donde se instalaron con éxito.

Durante los ’90 estuvo caracterizada por capitales extranjeros sumamente concentrados, y pensada para la exportación hacia el MERCOSUR y América Latina.

Desde 2003 hasta 2011 fue símbolo de un sector con tendencia exportacionista que acumuló tasas de crecimiento de entre 20 y 30% anuales y fue vista como una industria capaz de generar un empleo considerable de mano de obra. En 2008 y 2009, producto de la crisis interna  e internacional, los indicadores se retrotrajeron y más adelante se recuperaron, para volver a caer desde 2011 hasta el presente.  Desde fines de 2013 y más profundamente, desde marzo de 2014, la situación del sector automotriz se ha vuelto crítica.

¿Qué evidencia que me refiera a una crisis del sector automotriz? Las suspensiones, la reducción de producción de las empresas terminales, los licenciamientos en los autopartistas, los despidos, la amenaza o cierre de efectivo de plantas, la implementación de pautas de flexibilización interna y el ofrecimiento de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas. Producción nacional, ventas a concesionarios y exportaciones se retrotrajeron entre agosto 2013 y agosto 2014 un 32% promedio.

Entre las razones para justificar esta crisis se encuentran la caída de la demanda brasileña y la recesión en el mercado interno. Se habla también de problemas estructurales. ¿Cuáles? Argentina lejos de concentrarse en los segmentos de mayor valor agregado y uso de tecnología, se centra en el ensamblaje. Ello provoca que la producción nacional de componentes de un vehículo terminado sea menor al 30%. Además, y esto me parece sumamente importante, si miramos los indicadores de aporte al PBI de automotrices vemos un sector en auge. Esto no es así. ¿Por qué? Para sostener su producción son necesarias importaciones. Con las exportaciones se recuperan las divisas de importaciones, pero las ventas internas representarán un gasto neto de divisas para el país. El déficit comercial ascendió entre 2003 y 2013, agudizándose desde 2010 y alcanzando en 2013 los 4300 millones de dólares cuando fue la máxima demanda interna de autos.

Aquí me voy a detener para criticar el texto que  leí y en el que me baso para este artículo. ‘’La crisis del sector automotriz’’ por Igal Kejsefman y Mariano Treacy (publicado en Cambio, primer quincena de octubre de 2014), reprocha fuertemente el plan PROCREAUTO implementado por el gobierno en ejercicio sin justificarse ni proponer una alternativa concreta y explicada acertadamente. A continuación, cito el fragmento:

‘’El gobierno ha ensayado con el PROCREAUTO una respuesta a la caída de la demanda de automóviles para evitar que continúen las suspensiones y crezcan los despidos. (…) Hay que pensar qué otros sectores de la producción son más útiles para la sociedad argentina, generan mucho empleo, resuelven más problemas que hacen a la vida digna y consumen menos divisas’’.

                                         Logo PROCREAUTO.

Gentileza: periódico ''Cambio'', movimiento popular Patria Grande.

domingo, 30 de noviembre de 2014

[ENTREVISTA] ¿Cómo evaluás las administraciones argentinas 1976-2003?

Entrevistado: Jorge Gagliardi.
Relación con autor del blog: padre.

Factores que determinaron que la Argentina no sea un país industrializado.

Condicionantes externos.

Sucedieron políticas comerciales bilaterales o triangulares con países que estaban interesados en nuestros bienes primarios. Estados Unidos e Inglaterra, con más años de historia y experiencia que nosotros, e iniciadores de las revoluciones industriales tuvieron el poder para someter a nuestro país a sus intereses.

Las industrias británicas vendían a la Argentina los ferrocarriles (rieles, locomotoras, demás componentes), se beneficiaban porque se trataba de producción propia y sólo recibían de Argentina carbón, madera, trigo, carne, cuero; sin permitir el ingreso de productos que generasen competencia con lo local.

Condicionantes internos.

Por un lado, sectores sociales (empresarios, trabajadores) que ‘’tiran para su lado’’. ¿Por qué ocurre esto? El productor recibe $10 por la compra de su producto y se vende al consumidor final a $100 (montos a modo de ejemplo). Esta brecha tan grande hace que desde la década del ’30 y en la actualidad, exista una rivalidad entre agropecuarios e industriales por sus intereses y el modelo de desarrollo que se piensa alentar.

Por otro lado, una clase dirigente y política que no tiende al largo plazo. Durante años puede observarse aplicación de medidas que tienen como base ideologías y objetivos muy distintos. Lo que unos comienzan a hacer, los otros en sus períodos de gestión pueden deshacer muy rápidamente.

Diálogo alusivo.

Crecimiento y desarrollo comparado.

Naciones vecinas como Uruguay y Chile que tienen una geografía particular (país chico en el caso uruguayo) y una ubicación desconcertante (país angosto y alargado, sobre las cosas del Pacífico en el caso chileno) no tienen los mismos problemas económicos y sociales que aquejan a la Argentina. Aquí se nota la falta de organización en nuestro país: un territorio extenso, con tierra fértil, con minerales, con agua y con buena mano de obra, que le falta fortaleza política para aprovechar eficaz y eficientemente los beneficios naturales.

 La falta de compromiso de Argentina para con el comercio internacional en relación a falta de calidad, fuera de término y ‘’al precio que yo quiero’’ hace que las naciones que vieron en la Argentina un país con expectativas para invertir o comprar su producción, reorienten sus intereses hacia otros que esperan que sean más capaces y ‘’cumplidores’’.

Comentarios y críticas de gestiones presidenciales (1976-2003).

                                                     Sillón de Rivadavia en la Casa Rosada.

Proceso de reorganización nacional.

Por un lado, se hizo una apertura indiscriminada de las importaciones, con la que ingresaban productos de mayor calidad y más baratos que los que se fabricaban en nuestro país. La industria Argentina pagaba impuestos, el alquiler del lugar donde realizaba actividades, sueldos a los empleados y los productos que se traían de afuera competían destructivamente con los que se hacían acá. Conclusión evidente es el desmantelamiento de ellas.

Por otro lado, la rentabilidad que se obtenía por invertir en lo financiero era mayor a lo redituado por invertir en la industria. Desde mediados de los ’70, esta tendencia comienza a hacerse más fuerte.

Regreso a la democracia.

El gobierno de Alfonsín estuvo signado por una postura fuerte de Estados Unidos en relación a la renegociación de la deuda externa ‘’ilegítima’’ (por ser tomada durante un gobierno de facto) y por presiones internas de sectores que buscaban la solución a uno de los problemas que todavía continuaba vigente, y que era la inflación.

Al contexto externo e interno puede agregársele el discurso menemista posterior a la victoria en elecciones y previo a la asunción del mandato que decían a la sociedad que si él y sus funcionarios estarían en el poder, la hiperinflación de ese año ya hubiese calmado. Por ello, Alfonsín decide el traspaso de poder antes de llegar al 10 de diciembre.

Durante la hiperinflación de fines de este gobierno, la nafta había subido de precios de forma exorbitante, las calles estaban vacías y la población optaba por no usar sus automóviles. Era común observar (antes que el combustible aumentara) colas en las estaciones de servicio para provisionarse de hasta 7 cuadras.

Neoliberalismo.

Durante Ménem, el régimen de convertibilidad tuvo éxito en el corto plazo. Llegado su segundo gobierno, no se adaptó y tras la asunción de De la Rúa (reconocido por su lealtad y honestidad) se continuó con estas medidas, junto a una corrupción que no había podido desaparecer y un descontento popular evidenciado en los ‘’cacerolazos’’ de diciembre de 2001, que obligaron a la renuncia del presidente.

Luego de sucederse los distintos gobiernos de acuerdo a la ley de acefalía, la controvertida frase de Duhalde ‘’los que depositaron dólares, recibirán dólares’’, las ferias cambiarias que sólo permitían el retiro de U$S 250 semanales y la fuerte devaluación cercana a un 300% que se mantendría a lo largo de 10 años, signarían un período de nuevos horizontes para la industria.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Industria argentina 1930-2003

Década del ’30.

La Argentina en los años ’30 fue un país que recibió la influencia de un contexto internacional desfavorable, signado por una crisis económica que comenzaba en octubre de 1929, con la caída de la Bolsa de Wall Street, en Estados Unidos.[i]



                                                        José F. Uriburu y Agustín P. Justo.

Argentina y los gobiernos de José F. Uriburu (1930-1932) y Agustín P. Justo (1932-1938) seguían creyendo en los años de bonanza de principios del siglo XX alcanzados gracias a la apuesta al modelo agroexportador y no se ocuparon de aplicar medidas tendientes a fortalecer realmente la evolución de industrias que habían tenido una buena ‘’performance’’ con el modelo de Industrialización por Sustitución de Importaciones durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y tenían ahora otra nueva posibilidad de crecer y no competir con productos importados, cuyo ingreso tenía grandes dificultades. El Pacto Roca-Runciman de 1933 y la política bajo el eslogan ‘’Comprar a quien nos compra’’, iniciada durante el segundo gobierno de Yrigoyen (1928-1930), fueron claros ejemplos de la falta de apoyo con que se encontraban las industrias. Esto es por el poco ánimo hacia ‘’lo nuevo’’. Si venimos bien con el modelo agropecuario, ¿para qué apostar a algo que no conocemos? Aquí se evidencia también la falta de comparación con otros países a los que la industria sí había beneficiado y la tendencia, en nuestro país, a mantener las cosas como están (status quo)[ii].

Pero no todo era oscuridad para la industria. El control de cambios de 1931, modificado en 1933, fue una política que reguló dos mercados de cambios: uno oficial y otro paralelo o no oficial. En el oficial las prioridades eran las exportaciones tradicionales, las importaciones y los servicios de deuda. En el paralelo se daba lugar a las exportaciones no tradicionales (industria), entre otros puntos, facilitando así con un tipo de cambio más elevado el logro de  una mayor rentabilidad por exportaciones y logrando el equipamiento necesario con el cambio oficial, que era más bajo.

Los sectores que se dinamizaron producto de esta crisis fueron la industria del cemento, el papel, la rama textil, los sectores eléctrico, mecánico y químico.[iii] Claro que uno de los factores para que este proceso fuera exitoso fue la radicación de empresas de origen estadounidense, británico y alemán, entre otras. La cantidad de establecimientos, la producción en millones de pesos, la tecnificación, los obreros ocupados, el uso del doble turno y el aporte de la industria por encima del sector agropecuario (entre otros) fueron indicadores provistos por el censo industrial de 1935 en los que se observaba un panorama de consolidación fabril.[iv]

Segunda Guerra Mundial (1939-1945).



De izquierda a derecha de arriba abajo: tropas de la Commonwealth en el desierto; civiles chinos siendo enterrados vivos por soldados japoneses; un submarino alemán siendo atacado; fuerzas soviéticas en una campaña invernal; tropas soviéticas en Berlín; aeronaves japonesas a punto de despegar de un portaaviones.

Hacia fines de la década de ’30 el mundo comenzó a abandonar lentamente las ideas de ortodoxia económica, que indicaba equilibrio de las cuentas fiscales, y a adoptar en su lugar las del ‘’keynesianismo’’. Éstas consistían en medidas gubernamentales tendientes a incrementar el gasto público durante crisis y períodos económicos desfavorables para evitar el estancamiento. Las medidas ortodoxas consistían en reducir el gasto público, despedir personal o reducir sus sueldos, restringir las importaciones; es decir, manteniendo el equilibrio entre ingresos y gastos del Estado. Otras ideas en auge durante este período fueron el proteccionismo y los acuerdos entre dos naciones (bilaterales).

En Argentina, se observaba a Europa a punto de entrar en un conflicto bélico y se creía que éste podría tener consecuencias económicas semejantes a las ocurridas durante la crisis del ’30. Para evitarlas, y analizado el papel creciente de la industria manufacturera, el ministro de Hacienda Federico Pinedo presentó un Programa de reactivación de la economía nacional. Los objetivos del mismo fueron procurar la conciliación de la industrialización con la economía abierta, fomentar las relaciones comerciales con los Estados Unidos y con los países limítrofes y crear un mercado de capitales.

¿Qué proponía en relación a la industria? Control selectivo de importaciones, promoción del intercambio con países vecinos, incentivos cambiarios a exportaciones industriales, facilidades financieras a industrias elaboradoras de materias primas nacionales y legislación antidumping para la posguerra. Pinedo quería fortalecer una industria creciente y en la que veía grandes posibilidades. Más allá del enfoque coyuntural, se puede interpretar como una estrategia a largo plazo y un nuevo modelo de desarrollo.

¿Lo logró? No, veo en este período un conflicto de intereses entre economía agroexportadora  e industrial, y un período de adaptación a las ideas nuevas, que sería conveniente que se instalaran con celeridad, pero no es así y lleva tiempo. La UIA apoyó la promoción de exportaciones, el socialismo criticó la supuesta emisión monetaria para practicar las actividades del plan, los radicales se negaron a tratarlo (posteriormente cambiarán de actitud y propondrán medidas similares).[v]

Los gobiernos peronistas.[vi]

                                                              Juan Domingo Perón.

La política del primer gobierno de Perón (1946-1951) estaba ligada a un cierre de la economía que la independizara de los vaivenes del intercambio externo, y garantizara mano de obra ocupada, salarios altos y consumo de materias primas nacionales. Recordemos el conflicto internacional y analicemos: la economía argentina está transcurriendo un período favorable y esto favorece a las ideas de Perón sobre las industrias naturales. Más adelante, durante su cuarto año de gobierno, una inminente sequía y la recuperación de los países beligerantes harán que los términos de intercambio declinen, la estrategia mercadointernista entre en conflicto y comience a haber inflación, un problema que se extenderá y traspasará el siglo XX.[vii]

Además de la Segunda Guerra y la restricción natural que ello implicaba, entre 1941 y 1948, la política discriminatoria de Estados Unidos hacia nuestro país obligó a desarrollar industrias por sustitución de importaciones. El Plan Marshall de 1947 reflejó la reconstrucción de Europa bajo su control, acentuando el desplazamiento de Argentina en el comercio mundial, que se vería incentivada a establecer relaciones comerciales con países comunistas, entre ellos la Unión Soviética.[viii]

En cuanto a la industria se impulsó el Segundo Plan Quinquenal que precisaba un programa de estímulo a la producción industrial mediante inversiones estatales y privadas. Aquí nuevamente se observa el conflicto de intereses, las inversiones eran contratos a la estabilidad de precios del peronismo. Otra estrategia que cuyo corolario era evidente: no daría soluciones.

La propuesta desarrollista.

                                                                    Arturo Frondizi.

Arturo Frondizi (1958-1962) llegó a la presidencia de las manos de sus adeptos y de un peronismo proscripto al que prometió una serie de medidas en caso de acceder al poder.
El contexto internacional para el sector agropecuario (precios de productos primarios) era adverso y la estrategia para desarrollarse era consolidar la producción de manufacturas y una economía industrializada. Para ello, Frondizi propuso multiplicar la producción de petróleo y de gas, desarrollar la siderurgia explotando depósitos de carbón y hierro, solucionar el problema de aprovisionamiento de energía eléctrica, fomentar las industrias del cemento, del papel, de maquinaria y equipos industriales, construir una amplia red de rutas y autopistas y estimular la producción nacional de autos y camiones. Esto se lograría a través de inversiones extranjeras. [ix]

En el área energética se incrementó repentinamente la producción petrolera. El crecimiento de la siderurgia se triplicó y permitió que las importaciones aumentaran menos que el consumo. La petroquímica se caracterizó por ser la actividad que recibió mayor inversión extranjera. La industria del cemento se vio beneficiada por un aumento en la construcción. Las ventajas impositivas y la demanda reprimida en Argentina, incentivaron a radicar empresas automotrices extranjeras. Puede decirse que el programa desarrollista tuvo indicadores positivos, pero no logró la escala suficiente para tener un excedente exportable y lograr divisas, que en ese tiempo eran sumamente escasas y que debían utilizarse para cubrir gastos ocasionados en la balanza comercial deficitaria y gastos ‘’de una vez’’ incurridos en el proceso de instalación de industrias.[x]

Revolución Argentina.

                                   Juan Carlos Onganía, Marcelo Levingston y Alejandro Lanusse.

Juan Carlos Onganía (1966-70) asume la presidencia de la conocida Revolución Argentina con la suma del poder público y miembros del gabinete considerados ‘’apolíticos’’. En su período de gobierno sancionó una ley de rehabilitación de empresas que consolidaría la deuda de empresas privadas y públicas, de acuerdo a criterios que iban a ser considerados por separado (Salimei). Suspendió las negociaciones colectivas y prometió un salario real constante y un acceso preferencial al crédito bancario. Renovó contratos con compañías petroleras y eliminó los controles de cambios (Krieger Vasena). La protesta social conocida como el Cordobazo y el surgimiento de la guerrilla urbana, símbolo de violencia, hicieron que su imagen se deteriorara y renunciara, siendo sucedido por otro militar.[xi] [xii]

Roberto Levingston (1970-71) fue designado para continuar la Revolución Argentina. Aldo Ferrer, ministro de Economía, impulsó la ley de ‘’compre nacional’’ que obligó a todas las dependencias estatales a adquirir bienes y servicios a la firma del país. También se orientó la política crediticia hacia las empresas nacionales. El nacionalismo y la buena recepción de esta medida por sectores medios y militares, lograron que se retornara al desarrollo en detrimento de la estabilidad. En 1971, sin aliados, Levingston fue depuesto por la Junta de Comandantes.

Alejandro Lanusse (1971-73) sería el último militar a cargo de la Revolución Argentina. Durante tu gestión, se suprimieron los topes de aumentos salariales y suspendió la personería gremial de la CGT, demostrando que no se quería impedir al movimiento obrero pero tampoco reconocerlo como fuerza política. Desafiado por la guerrilla y con su imagen deteriorada en el exterior como consecuencia de la ineficiencia de la representación, tenía poco margen de acción y avanzaba hacia la organización de una salida electoral. Sus compromisos para con Perón se reflejaron en un aumento del 12% en los salarios, la reanudación de las convenciones colectivas a partir de 1973 y la creación de un Fondo Nacional de la Vivienda. Bajo la consigna creada por la Juventud peronista ‘’Cámpora al gobierno, Perón al poder’’ el 11 de marzo de 1973, la coalición peronista accede al poder.

Proceso de reorganización nacional.

                             Jorge Rafael Videla, Roberto Viola, Leopoldo Galtieri y Reynaldo Bignone.

José Martínez de Hoz fue el autor de la reestructuración de la economía a través de una reforma financiera, una reforma arancelaria, un incremento del endeudamiento externo, un desmantelamiento de los instrumentos de protección a la producción local, sobrevaluación del peso, encarecimiento del crédito, reducción del mercado, entre otras.[xiii]

El cambio de liderazgo de las industrias textil y metalmecánica hacia bienes industriales intensivos en recursos naturales (acero, aceite, petroquímica) fue el punto de inflexión que se extendería hasta los años ’80 y dejaría en un plano secundario a la industria de maquinaria agrícola y la fabricación de tractores.

Aquellos empresarios que contaron con financiación propia o crédito externo aprovecharon para modernizar sus equipos. Algunos disminuyeron sus costos fijos y reconvirtieron su actividad en importadores y comerciantes, otros integraron sus actividades industriales con las fáciles ganancias especulativas. Por último, hubo quienes tuvieron que despedir su fuerza laboral y cerrar sus empresas.

Regreso a la democracia.


                                                                    Raúl Alfonsín.

En el contexto externo, el país se encuentra con un endeudamiento acrecentado por la suba de tasa de interés en el mercado norteamericano y con dificultades para renegociarla con el Fondo Monetario Internacional y los acreedores externos, en un período inflacionario y de inestabilidad macroeconómica.

En el plano interno, la economía estuvo dirigida por Bernardo Grinspun que erró en su diagnóstico y no interpretó adecuadamente el profundo proceso de desindustrialización y el cambio en las relaciones de poder económicas y sociales. Su lugar sería ocupado por Juan Sourrouille, quien lanzaría el Plan Austral (1985). Esta propuesta lograría sus cometidos en el corto plazo pero fracasaría a la larga evidenciado el regreso de la inflación.  Los errores esta vez tuvieron que ver con el no cumplimiento de la totalidad de los puntos propuestos y factores externos (emisión monetaria, caída de los precios internacionales).

La industria local presentó un período de fluctuaciones, es decir, expansiones y contracciones periódicas.[xiv] En el plano externo, las exportaciones de manufacturas crecieron, mientras que las exportaciones de productos primarios disminuyeron. Si bien las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) lideraron el crecimiento en términos absolutos, el crecimiento que registraron las Manufacturas de Origen Industrial (MOI) fue muchos más significativo en términos relativos, aunque insuficiente para permitir que estas últimas llegaran a liderar las exportaciones industriales argentinas.[xv] El empleo industrial registró una caída, superior a la caída del volumen físico de la producción. Por ello, se dice que se avanzó hacia una mayor productividad debido, probablemente, al empleo de horas extras.[xvi]

Neoliberalismo.

                                                              Carlos Saúl Ménem.

Durante los gobiernos de Carlos Ménem se profundizaron políticas antiintervencionistas del Estado en la economía (neoliberales) que habían comenzado su período de prueba en el Proceso de Reorganización Nacional y que fueron producto de las ideas propugnadas en el ámbito internacional por la ‘’escuela de las expectativas racionales’’. Entre ellas podemos mencionar el régimen de convertibilidad cambiaria y el reemplazo del austral por el peso, la reforma de la carta orgánica del BCRA, la reestructuración del sistema financiero, las privatizaciones de empresas del Estado, la eliminación de los controles de cambio, el compromiso a una disciplina monetaria estricta y la reducción de aranceles a las importaciones.

En el sector industrial se notó una mejoría de actividades agroindustriales. Tabaco, papel, siderurgia básica, radio y televisión crecieron en el conjunto de manufacturas industriales. El personal ocupado disminuyó entre 1993 y 2001, al contrario de la productividad laboral que creció y compensó las caídas en actividad industrial y empleo. El salario real registró una disminución respecto a las décadas anteriores. La participación de los obreros industriales en la distribución de ingresos cayó. El costo laboral se redujo durante los noventa.[xvii]

La aplicación de las medidas mencionadas, por su inadecuación a la evolución de la economía y su falta de control por las autoridades, provocaron deflación, déficit fiscal y comercial[xviii], incremento de la deuda externa, estancamiento de la economía, desempleo, marginalidad, fuga de capitales, corrupción gubernamental, mayor índice riesgo país, concentración de la producción en las manos de unos pocos conglomerados empresarios y surgimiento de un movimiento social antineoliberal que se manifestaría a través de piquetes. 

El abandono del régimen de convertibilidad cambiaria con una fuerte devaluación y la ayuda de un contexto internacional favorable lograrían desde 2003 hasta el presente una recuperación de las manos del sector primario y el regreso a la industria por sustitución de importaciones. Los indicadores comenzarían a evidenciar crecimiento de exportaciones, desarrollo de la actividad manufacturera nacional, crecimiento de la construcción, crecimiento del nivel de empleo, mayor impulso a los sectores terciarios.

Bibliografía.

  • Schvarzer, Jorge. ‘’La industria que supimos conseguir’’. Capítulo V.
  • Gerchunoff y Llach. ‘’El ciclo de la ilusión y el desencanto’’. Capítulo III.
  • Llach, Juan José. ‘’El plan Pinedo de 1940’’.
  • Gerchunoff y Antúñez. ‘’De la bonanza peronista a la crisis de desarrollo’’. Capítulo III.
  • Llairó y Siepe. ‘’La apertura económica peronista: el bloque oriental y el nuevo orden internacional’’.
  • Llairó y Siepe. ‘’Perón y las relaciones económicas con el Este’’.
  • Romero, Luis Alberto. ‘’Breve historia contemporánea’’.
  • Gerchunoff y Llach. ‘’El ciclo de la ilusión y el desencanto’’. Capítulos VI y VII.
  • De Riz, Liliana. ‘’La revolución argentina’’.
  • Palacio, Priscila. ‘’Las políticas industriales durante el gobierno de Raúl Alfonsín’’.
  • Llairó y Palacio. ‘’La política económica de la Argentina neoliberal’’.
  • Palacio, Priscila. ‘’Industria y desarrollo en la Argentina de los albores del siglo XXI’’.

Notas.



[i] Reflejos de la mencionada crisis fueron la caída de los precios de los bienes primarios, la brusca caída de los ingresos por exportaciones y la imposibilidad de obtener créditos externos (escasez de divisas), lo que ocasionó balanza comercial desfavorable, reducción de importaciones y problemas para atender los servicios financieros (crisis del balance de pagos).

[ii]Al respecto, cito una afirmación de Mario Bunge.

‘’Hay pueblos iguales, pero ninguno orgánicamente superior al nuestro, que se destaca por su sensibilidad, inteligencia y capacidad, como si la tragedia europea no dejara ver el extraordinario avance fabril de otros países, y en especial, el de los Estados Unidos’’.

[iii] Ejemplificación de sectores dinámicos: Loma Negra, Minetti y Corporación Cementera Argentina (cemento), La Papelera Argentina (papel), Jantzen, Sudamtex, Duperial, Ducilo (textil) y Osram, Siemens, Bayer (eléctrico, mecánico y químico).

[iv] La Unión Industrial Argentina (UIA) defendía la permanencia sin complicaciones de los monopolios ya instalados y la postergación del avance técnico al sector. La formación de nuevas cámaras sectoriales y las demandas de los trabajadores comenzaban a modificar el panorama gremial empresario.

[v] Al respecto, cito un fragmento del discurso radical.

‘’Podrán caerse todas las chimeneas, pero mientras el campo produzca y exporte, el país seguirá comprando lo que necesite, seguramente a un precio inferior que el determinado por la Aduana para favorecer intereses creados’’.

[vi]Gobiernos de Ortiz, Castillo, Ramírez y Farrell: entre fines de los ’40 y el ascenso de Perón se adoptaron un sinnúmero de medidas industrialistas, algunas de las cuales estaban inspiradas en el plan Pinedo, mientras que otras iniciaban la marcha suave hacia el mercadointernismo. Entre ellas se encuentran la creación de la Corporación para la Promoción del Intercambio, el proyecto radical de crédito industrial y un banco que desarrollara las actividades crediticias mencionadas.

[vii] Al respecto, sobre contradicciones en el discurso de Perón (¿inversión o no en industrias?):

‘’La defensa nacional exige una poderosa industria propia, y no cualquiera, sino una industria pesada’’.

‘’Debe evitarse en lo posible la creación o sostenimiento de industrias artificiales, cuya vida económica depende de alguna forma de protección, que directa o indirectamente, siempre representa un gasto’’.

[viii] La solución propuesta fue un Plan de Emergencia (1952) en el que se notaron que las ideas estaban en crisis y debían ser cambiadas. La toma de un préstamo del Eximbank por U$S100 millones y la firma de un contrato con la petrolera la California (cuestionado por sus concesiones) reflejaron el nuevo rumbo.

[ix] Al respecto, afirma el economista Alexander Hamilton:

‘’Todo dinero que se invierte en una Nación deja de ser una rival para convertirse en un aliado’’.

[x] En tiempos de Guido (1962-1963) la producción industrial se encontraba en desmedro. La aguda restricción del crédito y la contracción del financiamiento externo no hacían más que generar problemas de liquidez, reducir la producción y vender sus inventarios.

Durante Illia (1963-1966) los indicadores al inicio no eran favorables pero se revirtieron durante su gestión: aumentó la base monetaria alrededor de 40%, se estableció un salario mínimo, vital y móvil y se premió a las industrias que utilizaran pocos insumos importados con un mayor volumen de crédito.

[xi] Salimei y Krieger Vasena fueron ministros de Hacienda durante el gobierno de Juan Carlos Onganía.

[xii] Al respecto, cito diagnóstico de Perón:

‘’Onganía era un buen soldado, pero conducir un país requería de otras habilidades. La política se coló en su gobierno y la descubrió demasiado tarde’’.

[xiii] Las actividades elaboradoras de textiles e indumentaria, de madera y muebles, de maquinaria y equipos fueron las más perjudicadas. Mientras que, evidenciaron un mejor comportamiento los sectores de productos químicos y las industrias metálicas básicas.

[xiv] Registraron disminuciones las ramas con mayor valor agregado, especialmente las relacionadas con la industria metalmecánica, y la de fabricación de equipo profesional y científico, que fue la que registró la caída más pronunciada. Registraron un crecimiento las ramas de productos alimenticios, bebidas, tabaco, refinerías de petróleo y productos derivados del petróleo y del carbón.

[xv] Productos lácteos; pescados y mariscos; preparados de legumbres y hortalizas; residuos y desperdicios de la industria alimenticia fueron MOA que tuvieron un incremento considerable. Las ramas materias plásticas artificiales; papel, cartón, imprenta; textiles y confecciones; calzados y sus partes componentes; manufacturas de piedra, yeso; y productos cerámicos fueron MOI que tuvieron un crecimiento significativo.

[xvi] El aumento en la concentración de capitales de empresas cuya actividad económica estaba dedicada a la exportación es uno de los factores por el que autores afirman que el gobierno de Alfonsín tendió permitir la consolidación de grupos económicos locales y conglomerados extranjeros. En cuanto a los trabajadores, la desconcentración de zonas tradicionales hacia el interior con menor sindicalización y menor salario provocó desocupación en las zonas de origen (Gran Buenos Aires, Rosario y Córdoba).

[xvii] Sólo se hizo más oneroso el costo laboral unitario en las cementeras, las metalúrgicas y productoras de instrumental médico.

[xviii] Excepción de déficit comercial en los años 1990-91 y parte de 1995 y 1996.