lunes, 14 de diciembre de 2015

[HISTORIA ECONÓMICA] Modelo Mundell-Fleming. Modelo OA-DA. Modelo T-NT. Crecimiento y Desarrollo. II

->Así como hace algunos meses escribí sobre modelos económicos de economías cerradas y nivel de precios fijo (que aplicaban en el siglo XIX), hoy les propongo ampliar con más información acerca de los modelos económicos actuales: de economías abiertas y nivel de precios flexible. La metodología de trabajo será una frase en cursiva y sus comentarios debajo. Aquí vamos.


Tiene que existir un consenso a nivel de los sectores dirigente de que se está tomando una medida en la estructura real de productividades y no de un estímulo temporario otorgado de lástima a una industria ineficiente. Únicamente en este caso podrá hacerse una promoción realmente enérgica y, además, darle el carácter verdaderamente estructural y permanente a la medida. Lo esencial es evitar que los incentivos otorgados por una repartición se anulen por disposiciones tornadas en otra oportunidad, queden abolidos por el próximo gobierno o se diluyan a través de una política de cambio estable frente a los costos internos crecientes.

Esto podría entenderse como la aplicación de expectativas racionales. Estas están relacionadas a la toma de decisiones a partir de las condiciones que me son dadas HOY. Me dicen que va a suceder y yo a partir de ello tomo decisiones. La política económica en la actualidad tiene mucho de racional y debe hacerse de esta manera, consensuando y logrando que todos los sectores la entiendan como una política estructural y no de ajuste.


La mayor parte de los economistas, de los funcionarios y de los factores de poder que obstaculizan la adopción de instrumentos que pudieran solucionar los problemas del sector externo no se dan cuenta ni remotamente de las consecuencias de sus actos. No tienen ni idea de que están haciendo implícitamente una opción a favor de la corriente saneadora de la economía y del retorno al país agropecuario, postura a las que de ningún modo prestarían su adhesión explícita.

¿Sabemos cómo desarrollar industrias y otorgarles capacidad exportadora y, sin embargo, no podemos aplicar políticas afines? Se me ocurre compartirles una respuesta de un periodista que en alguna oportunidad tuvo la amabilidad de decirme por qué él creía que Argentina siempre estaba en el centro de atención, y no otros países Latinoamericanos como Perú, que tenían el visto bueno de los economistas.


Los tigres asiáticos no tuvieron aumentos notables de la productividad total de los factores sino que ahorraron e invirtieron. Pusieron a más gente a trabajar, y se concentraron en la educación para aumentar el capital humano. Los cuatro países tuvieron un aumento drástico en la proporción de la población económicamente activa debido sobretodo a que aumentó la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo. Los países también aumentaron significativamente su capital humano y llevaron la escolaridad a grados próximos a los que se ven en las principales naciones industrializadas. Los cuatro tienen gobiernos relativamente estables. Los cuatro tienen una política económica dirigida al exterior y alientan a sus industrias para que exporten, compitan y aprendan a sobrevivir en el mercado mundial. Es tranquilizador ver que puede hacerse ‘’a la antigua’’ mediante el ahorro, el trabajo forzado y la competencia.

Lo más importante de esta frase: ‘’a la antigua’’. Ahorrando y sacrificando consumo: de lo que ganás, consumís un 80% y el excedente lo ahorrás. No gastás más de lo que tenés, ni te gastás todo. Trabajo forzado: lo que ganás, lo ganás gracias a tu esfuerzo mediante el trabajo. Nadie te lo da gratis. Competencia: claro está que desarrollarse en un mundo donde no sos el único alentará a que te esfuerces por ser el mejor, y no continúes con una tendencia monótona sin nunca animarte a cambios.


Los países más pobres tienen muchas presiones para invertir en capital humano. Muchos de los países más pobres también tienen un ambiente hostil a la inversión extranjera, ya que por políticas deliberadas que pretenden alentar la producción interna o, porque el entorno económico y legal es inseguro, y las naciones no pueden o no quieren garantizar a los inversionistas la capacidad de repatriar sus utilidades.

Dos justificativos. No querés recibir inversiones e intentás arreglártelas solo, para bien o para mal: Argentina en los últimos doce años. No tenés el aparato económico y legal propicio para asegurar que los inversores puedan repatriar sus utilidades (recibir en su lugar de origen las ganancias fruto de la inversión de su dinero).


Se conoce como infraestructura social a las instituciones y políticas gubernamentales que determinan el ambiente económico. En países ricos, tal vez no haya que pagar sobornos, el gobierno protegerá la empresa de robos y se cuenta con una sistema legal para imponer el cumplimiento de contratos y resolver las disputas. En otras partes del mundo, abrir un negocio convierte al empresario en blanco para expropiaciones de terceros y hasta del propio gobierno. No sorprende que la gente tenga más espíritu emprendedor y que se incline a ahorrar e invertir más en países donde pueda cosechar sus beneficios. Todo lo que se requiere para que individuos y empresas sean productivos es un buen sistema legal, impuestos estables y burocracia gubernamental con límites.

Estas son simplemente definiciones. Uds podrán adaptarles a nuestra Argentina, según consideren seamos un país rico o pobre.


Desde hace algunos años, Argentina desuscribió a los organismos financieros internacionales: Fondo Monetario Internacional, Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Mundial e inversores internacionales. A lo largo de la historia, la integración es mayor o menos.

¿Volveremos?


Para lograr más competitividad debe ocurrir un incremento del tipo de cambio o decremento de los precios internos.

¿Cómo evitamos una devaluación? Con políticas que disminuyan los precios de la economía interna.


Si los resultados de las mediciones de índices de pobreza e indigencia me dieran un 10% de familias pobres y un 13% de personas pobres, la no coincidencia de las magnitudes relativas responde a que las familias pobres tienden a ser más grandes, es decir, su núcleo familiar está compuesto por más personas o por más integrantes que las familias no pobres.


Para lograr un crecimiento sustentable, las curvas de oferta agregada y demanda agregada deben crecer en paridad.

Esto es importante de aclarar. En mi nota pudo haberse malentendido que yo estoy sólo a favor de las políticas de oferta agregada. No. A mí me interesan políticas de oferta y demanda agregada. Las dos. Pero juntas. Sino no sirve.


De acuerdo a las expectativas adaptativas desarrolladas por Milton Friedman en la década de los ’70, las expectativas de inflación se basan en lo que ocurrió en el pasado, es decir, ante un incremento del salario nominal, el trabajador trabajará durante más horas por creer que su salario real es mayor. Luego, se percatará de que su salario real perdió capacidad de compra por un incremento de precios (por éste se había incrementado su salario nominal) y se dirige a su empleador para solicitarle un nuevo incremento de su salario nominal. En las expectativas racionales desarrolladas por Robert Lucas en la década del ’80 se afirmó que los individuos forman sus expectativas tomando en cuenta toda la información disponible y no cometen errores sistemáticos. Las políticas económicas efectivas son aquellas que no pueden ser anticipadas por los agentes. Una política de Gasto Público expansivo (demanda agregada) se corresponderá con un incremento de los tributos en el futuro. Una política de expansión de la cantidad de dinero (demanda agregada) se corresponderá con un incremento del nivel de precios en el futuro. Si el nivel de salarios nominales del trabajador crece, éste no trabajará más porque sabrá que ese incremento fue nominal.

Las expectativas adaptativas y racionales son importantes para analizar la Macroeconomía. No se ve mucho de ellas en las clases de la facultad. Tal vez porque no se las conoce demasiado. O tal vez porque se quiere ocultar el fracaso de alguna de ellas en períodos posteriores. A través de la frase anterior se las presento.


Si en Argentina el dinero fuese neutral, tal como lo afirman los clásicos, ¿cuál es la mejor política económica para revertir la situación actual? Desde una perspectiva clásica, la respuesta económica es una política monetaria contractiva.

La disminución o sacrificio de consumo puede ser logrado a través de una suba de tributos, es decir, a través de una política fiscal contractiva.

Desafíos para la Argentina que se viene: ¿políticas de demanda agregada contractivas?
Los déficits comerciales se reequilibraban tomando deuda externa. También se podía hacerlo frenando el consumo. Ambas alternativas no son sostenibles en el largo plazo.


De acuerdo a la corriente de pensamiento keynesiana, el retorno a una estructura productiva con balanza comercial superavitaria y exportaciones de bienes transables se estimula desde el Estado a través de una devaluación. Los estructuralistas refutan la teoría keynesiana diciendo que la devaluación será contractiva  porque subirán los precios de la economía local, bajará el salario real y, con ello, el consumo. Una política regresiva en la medida que baja la participación de los trabajadores y sube la participación de los empresarios.

[HISTORIA ECONÓMICA] Modelo Mundell-Fleming. Modelo OA-DA. Modelo T-NT. Crecimiento y Desarrollo.

->Así como hace algunos meses escribí sobre modelos económicos de economías cerradas y nivel de precios fijo (que aplicaban en el siglo XIX), hoy les propongo ampliar con más información acerca de los modelos económicos actuales: de economías abiertas y nivel de precios flexible. La metodología de trabajo será una frase en cursiva y sus comentarios debajo. Aquí vamos.


El ajuste del tipo de cambio puede ser una política útil cuando los países se encuentran en etapas distintas del ciclo comercial. Por ejemplo: uno en estado de prosperidad, con exceso de empleo; y otro, en recesión. En tal caso, una depreciación en el país que sufre la recesión desplaza la demanda mundial en su dirección y sirve para reducir la divergencia con respecto al pleno empleo en los dos países. Más que depreciaciones se necesitan políticas monetarias y fiscales coordinadas para acrecentar la demanda y la producción en todos los países cuando la demanda mundial está en el nivel equivocado.

A partir de aquí comenzamos a incorporar a la economía abierta o internacional a los modelos económicos. Se incorpora al modelo IS LM, la Balanza de Pagos, que es el registro de todas las transacciones comerciales y financieras entre nuestro y los demás países. Ante abundancia o escasez de dólares, las soluciones pueden ser ajustando el tipo de cambio (depreciación o apreciación) o aplicando política fiscal o monetaria (expansiva o contractiva). Esto es lo que cuenta el párrafo de arriba: qué política hay que aplicar cuando ‘’las cuentas no cierran’’.


El grado de desarrollo industrial de un país es crucial a la hora de analizar la composición de su comercio internacional. Un país con un alto desarrollo industrial, probablemente exporte productos con un grado de complejidad mucho más alta que un país esencialmente agropecuario. Un país que busque desarrollar sus sectores industriales y eventualmente, convertirse en un país exportador de este tipo de bienes, orientará su política comercial en la dirección del proteccionismo. Es decir, recurrirá a la aplicación de políticas proteccionistas destinadas a proteger a aquellos sectores que busca desarrollar para resguardarlos de la competencia extranjera hasta que adquieran capacidad exportadora.

Este tipo de orientación de desarrollo es la que aplicaron los gobiernos kirchneristas durante los últimos doce años, y que no estuvo mal, pero que hubo que haber actualizado (¿cuán proteccionistas somos?). No me voy a cansar de decir que las políticas aplicadas de la misma manera durante muchos años, fracasan. Los gobiernos debieran decir que si se quiere lograr que toda la población esté empleada, será a costas de una fuerte inflación. Y debieran decir lo contrario también: si se quiere lograr que la inflación se mantenga baja, será a costas de un fuerte desempleo. Hasta ahora no se ha encontrado un punto medio. Se lo intenta, claro. Pero en la aplicación de políticas juegan mucho los intereses contrapuestos y las expectativas. Contra eso, no se puede hacer nada.


La base del proteccionismo se ubica en el propio nacimiento de los Estados Nación, es decir, de los Estados modernos tal como hoy los conocemos. En el nacimiento de la industria alemana, desde mediados del siglo XIX se encuentra una clara política de defensa y fomento de la producción industrial. El caso alemán es incluso paradigmático acerca de la necesidad de políticas proteccionistas para alcanzar el desarrollo industrial y de la defensa teórica de esa concepción. Lo mismo puede decirse de los Estados Unidos, país que no solo se caracterizó por la celosa defensa de su industria, sino por la defensa constante de sus sectores primarios, obstaculizando que la Argentina pudiera insertarse en ese mercado a través de su producción agropecuaria.

Qué quiere decir esto y cómo podría haber ampliado la explicación de la frase anterior. Todos sabemos que los países industriales son más poderosos y más ricos que los países agropecuarios. Por eso se busca promover políticas industriales y economías proteccionistas. Y fue eso lo que hicieron Alemania, Estados Unidos y también Inglaterra hasta que se consolidaron. Pero la población argentina es muy crítica acerca de esto y realmente piensa, después de muchos años de inflación, en abrir las importaciones y comprar irrestrictamente lo que consideren necesario. Yo pienso que hay que alentar a la industria pero tener nuestros límites. No puede ser que cerremos las importaciones por una política de promoción, y tengamos bloqueada la importación de materiales de salud, como prótesis. Hay que ser serios y buscar puntos medios, que logren un consenso entre sectores, tratando de que los dos se vean afectados por igual, y no que ‘’el ajuste’’ recaiga sobre uno de ellos.


Todos los economistas están a favor de políticas que muevan la curva de la oferta agregada a la derecha aumentando el PIB potencial. Por importantes que sean las políticas de manejo de la demanda, son útiles únicamente para resultados de corto plazo. Por este motivo, muchos economistas están a favor de las políticas de la oferta y no creen que puedan exagerar su efecto. Únicamente esas políticas aumentar permanentemente la producción.

Primero contarles que las políticas de oferta agregada tienen que ver con la tecnología, con la eficiencia de los factores capital y trabajo, con el capital humano y con la educación. Después, las políticas de demanda agregada son las relacionadas con las expansiones o contracciones fiscales y monetarias (Gasto Público, Impuestos, Inversión, Emisión Monetaria). Las políticas de oferta agregada visualizan resultados en el largo plazo, mientras que las políticas de demanda agregada visualizan resultados en el corto plazo. Por esto último, los gobiernos suelen incentivar a la demanda para que la población realmente pueda ver que se cumplió lo que se prometió y que los resultados puedan ser atribuidos como propios.


Al realizar acciones de política que cambien el nivel de precios, el gobierno también afecta el salario real y, por lo tanto, el nivel de oferta del producto. Una devaluación de la moneda bajo el modelo keynesiano tenderá a hacer subir los precios, bajar el salario real y aumentar el empleo si los salarios nominales son rígidos. En tanto que, bajo el modelo clásico, la misma política simplemente hará subir el nivel de precios sin ningún cambio en los salarios reales o el empleo.



La curva horizontal se corresponde al caso keynesiano extremo. Ante estímulos de la demanda agregada, se incrementa el nivel del producto (Argentina 2001). La curva vertical se corresponde al caso clásico. Ante estímulos de la demanda agregada, se incrementa el nivel de precios (Argentina 2015). Si se invirtiera en políticas de oferta agregada y no se profundizaran las políticas de demanda agregada (dejar como están), el nivel del producto se incrementaría, mientras que el nivel de precios descendería a un punto menor que el de equilibrio.


¿Por qué en la actualidad los salarios son rígidos? Hay varias explicaciones. Los sindicatos pueden proteger a sus miembros respecto a no afiliados que podrían estar dispuestos a trabajar por salarios similares o incluso más bajos. Regulaciones oficiales tales como las leyes de salario mínimo pueden conducir también a rigidez en los salarios nominales. Pueden llevarse a efecto contratos laborales que supediten a los trabajadores a salarios nominales específicos que no corresponden al equilibrio de la oferta y la demanda. O bien, las empresas pueden encontrar ventajosos mantener los salarios sobre el nivel de equilibrio del mercado si esto les permite reducir el costo de contratación y adiestramiento del personal o atraer trabajadores más productivos (enfoque del salario de eficiencia).

Las explicaciones de los salarios rígidos están relacionadas a las llamadas expectativas adaptativas. Estas últimas son aquellas que nacen con miras hacia atrás. Es decir, sabiendo que hubo inflación de un 30% el año pasado, yo espero que el próximo año mi salario nominal se incremente por lo menos en un 30% (no importa si la inflación es más o menos del 30%, esta cifra se toma como referencia o ‘’piso’’). Todas las acciones mencionadas dan origen a la inflación inercial, es decir, aquella que es consecuencia de los contratos inflacionarios de largo plazo.


Los economistas tienden a diferir de dos maneras principales en su interpretación de los fenómenos económicos. Difieren en primer lugar respecto de la forma de la curva de oferta agregada, esto es, si es vertical, de pendiente positiva, u horizontal. Segundo, difieren sobre la importancia relativa de los distintos tipos de shocks que afectan la economía. La mayoría de los shocks, ¿surgen del lado de la demanda llevando a desplazamientos de la curva de la demanda agregada o llegan del lado de la oferta produciendo movimientos de la curva de oferta agregada? No hay acuerdo entre los macroeconomistas sobre estas cuestiones.

Lo único que puedo decirles respecto a esto es que en la Facultad de Ciencias Económicas de UBA (por lo menos en mi curso) se promovió fuertemente el crecimiento y desarrollo a través de políticas de oferta agregada que provocarán movimientos de la curva de oferta agregada. No se desmerecieron las políticas de demanda agregada como ‘’salvavidas’’ en una crisis, pero no se les tenía demasiado aprecio.


La economía muestra propiedades keynesianas en el corto plazo y propiedades clásicas en el largo plazo. En el corto plazo, los desplazamientos de la demanda agregada afectan tanto el producto como los precios; mientras que en el largo plazo, ellos sólo afectan a los precios. En este sentido, el debate entre los economistas keynesianos modernos y los clásicos modernos se dirige principalmente a la velocidad de ajuste de la economía. Ambos grupos de economistas reconocen que la economía tiene tendencia a retornar al equilibrio de pleno empleo después de un desplazamiento de la demanda agregada. La cuestión es con qué rapidez ocurre esto.


El economista keynesiano asegura que la respuesta de la economía será gradual. Quizá tan gradual que los instrumentos de política macroeconómica (política fiscal y monetaria, tipo de cambio) pueden usarse para acelerar el regreso al pleno empleo. Por su parte, el economista clásico contesta que la economía retornará rápidamente al pleno empleo. Tan rápidamente que no hay necesidad de la ayuda de políticas macroeconómicas, y de hecho, no hay tiempo para ellas.

Está claro que en Argentina la economía tiene respuesta keynesiana por los contratos de largo plazo que analizamos en frases anteriores. La economía no responde con rapidez sin políticas macroeconómicas, sobre todo cuando su aparato se acostumbró a la convivencia con la inflación. Si lo hacemos rápido, estamos ajustando sin dar soluciones y perjudicando a algunos, mientras otros se benefician. Me gustaría preguntarle a un ciudadano español (sólo por compartir la misma lengua y tener facilidad de comunicación) si sabe tanto de inflación como yo. Porque en Europa la inflación no supera el 1% anual.


El equilibrio es una medida de lo que ocurrirá en una economía que atraviesa ciertas condiciones, no lo que debería ocurrir.


El dinero puede ser la forma más segura para acumular riqueza. En prestar dinero y en comprar propiedad rentable hay incertidumbre que no existen cuando se guarda la riqueza propia en forma de dinero. Los poseedores de dinero tienen un tipo de seguridad que no gozan los poseedores de otras especies de riqueza. Cuando los poseedores de riqueza expresan en general una preferencia por atesorar dinero, más bien que por prestarlo o invertirlo, la producción de riqueza social real está en desventaja.

Está claro que guardar el dinero es más seguro que prestarlo o comprar una casa. Prestándolo corremos el riesgo de que no nos lo devuelvan. Comprando una casa corremos los riesgos de una pérdida de su valor. Pero como dice más adelante la frase: si el dinero no se presta ni se invierte, la producción de riqueza social real está en desventaja. El dinero se multiplica si lo prestamos o invertimos. Dadas las condiciones necesarias de incentivo y seguridad, es mejor sacrificar consumo hoy y ahorrar ese dinero, para tener más y consumir más en el futuro.


La inversión comprende actividades tales como construir nuevas fábricas, nuevas casas, nuevos ferrocarriles y otros tipos de bienes que no han de ser consumidos con tanta rapidez como se producen. La teoría keynesiana afirma que el empleo depende de la cantidad de inversión o bien, que el desempleo es originado por una insuficiencia de inversión.

Realmente considero esto muy importante. La teoría keynesiana dice construir nuevas fábricas (más empleo), nuevas casas (más vivienda), nuevos ferrocarriles (más infraestructura). Dice que el empleo depende de la cantidad de inversión y que ésta debe asegurarse desde el Estado. OK. No dice que el Estado debe garantizar los derechos de sus ciudadanos subsidiando servicios públicos y gastando en inclusión social. ¿Los gobiernos kirchneristas nos hicieron creer que estaban aplicando la teoría keynesiana y la tergiversaron?


Aunque los inversores tienen graves dudas en cuanto al acierto de la acción basada en la psicología de la masa, la aceptan como comportamiento acertado en ausencia de toda prueba positiva de que sea desacertada.

Esto quiere decir que la inversión, según el keynesianismo, es autónoma y responde al comportamiento de las masas. Yo invierto porque hay diez personas que me dicen que esto va a darme más plata de la que tengo. ¿Será una inversión acertada? No lo sabemos.


Aunque en la polémica entre Keynes y los clásicos hay implicado algo más que simples hechos, estos no pueden ser ignorados puesto que, en definitiva, las polémicas como ésta tienen que ser resueltas en última instancia por una apelación al sentido común y a los duros hechos de la experiencia.

Quiere decir que debemos analizar cómo funcionaron las políticas keynesianas y cómo funcionaron las políticas clásicas. A partir de allí, debiéramos concluir con la que mejor funcionó y luchar por esa, sin cometer los mismos errores que tuvieron lugar en el pasado. Tener memoria.


Durante algún tiempo, la actividad incrementada proporciona mayores beneficios y añade combustible al optimismo predominante. Entre tanto, sin embargo, las grandes adiciones a la oferta existente de bienes de capital, fuerzan a descender el tipo previsto de rendimiento por debajo del tipo de interés. La cesación en la acumulación de capital (inversión) que sigue conduce inevitablemente al colapso y la depresión. Esta transición de la expansión a la contracción se pone con frecuencia claramente de manifiesto por el giro de cambio de los valores industriales, cuyas violentas fluctuaciones son una objetivación de la inestabilidad de la eficacia marginal del capital. La especulación y la manipulación financiera que caracterizan las actividades de la bolsa de valores se cuentan entre las principales manifestaciones de la inestabilidad de las economías capitalistas. El desempleo originado por un descenso de la eficacia marginal del capital puede ser compensado, al menos temporalmente, por un descenso correlativo del tipo de interés.

Sencillamente dice que toda expansión económica tiene fin en una depresión económica. Un país no crece indefinidamente. La situación recesiva ocasiona desempleo, que puede ser contenido a través de una baja en las tasas de interés y una recuperación momentánea de la Inversión.


Recurrentemente el mercado cambiario se convierte en un freno para el crecimiento al generarse una falta de divisas en relación a la demanda. Cuando se producen estos episodios, el tipo de cambio que muestra la relación entre la demanda y la oferta de divisas, aumentó fuertemente, es decir, sube el precio del dólar ya que la demanda supera a la oferta, dando lugar a una inflación de oferta acompañada del aumento de todos los precios. Dicho aumento, no necesariamente se relaciona con el aumento de los costos del sector al que pertenece ese producto en cuestión, se traduce en un aumento en todos los precios independientemente de que posean o no insumos importados. Hasta el momento no se le ha dado respuesta estructural a este problema que tiene que ver con la escasez de divisas que se produce recurrentemente en la economía argentina.

Los efectos de una devaluación (aumento del tipo de cambio) producto de una escasez de divisas. Continúa en la siguiente frase.


Una devaluación del tipo de cambio provoca un alza de los precios, lo que a su vez reduce los saldos reales de dinero. Cuando los salarios nominales son rígidos, la devaluación redistribuirá el ingreso desde los trabajadores hacia los capitalistas. Si el primer grupo tiene una más alta propensión a consumir que el segundo, como lo sugiere la evidencia, entonces la demanda agregada declinará. La evidencia empírica tiende a respaldar el punto de vista de que las devaluaciones son contractivas en el corto plazo, pero no a plazos más largos. La razón es evidente: en tanto que los efectos contractivos del lado de la demanda actúan con rapidez sobre la economía, los efectos expansivos sobre el lado de la oferta toman tiempo para operar.


Una rápida sustitución de importaciones hace que la industria contribuya a mantener equilibrada la Balanza de Pagos ahorrando divisas. La sustitución, como máximo, puede alcanzar a neutralizar el incremento de importaciones que trae el progreso tecnológico por la incorporación de nuevos productos: automóviles, televisión, etc. A partir de este momento se inicia un proceso de divergencia entre el crecimiento del sector industrial consumidor de divisas, que no contribuye a producirlas, y la provisión de estas divisas a cargo del sector agropecuario, de crecimiento mucho más lento. Esta divergencia es responsable de la crisis de Balanza de Pagos en la Argentina y constituye el principal limitador de crecimiento del país. Una vez que se agotan las reservas, el país se ve forzado a una devaluación.

Esto es sencillo. Promovemos una industria nacional que no tiene capacidad exportadora y que consume divisas, o promovemos un sector agropecuario que históricamente tuvo y tiene capacidad exportadora y que genera divisas, que luego pueden ser distribuidas a promover el sector industrial o, en su defecto, ahorradas para consumos futuros.


La falta de mercados de capitales y la insuficiencia de los créditos bancarios, hace que las empresas y las entidades financieras locales confiando en la estabilidad de la moneda, recurran a créditos y a capitales extranjeros. De este modo, dichas divisas se usan indirectamente para financiar las importaciones y los demás gastos corrientes del país, compensando así el déficit externo. El eventual exceso es adquirido por el Banco Central pasando a acrecentar sus reservas. A menos que durante la afluencia de los créditos se produzca el incremento de la capacidad sustitutiva de importaciones o de la capacidad exportadora, el desarrollo industrial para el consumo interno que continúa gracias al respiro obtenido, incrementa aún más el consumo de divisas. Se agrega además el pago de los intereses por los nuevos créditos, creciendo así por dos motivos simultáneos el déficit externo inicial. Este incremento del déficit hace que para mantener el equilibrio en el mercado cambiario, ya no basta que los créditos se vayan renovando cada vez que vence. Además, para compensar los intereses y el aumento de los gastos de divisas que se produce en el interín, es necesario que se vaya incrementando en forma continua al volumen de nuevos créditos a inversiones que ingresa. El proceso es esencialmente inestable. Basta que se reduzca la entrada de nuevos créditos, o que un problema momentáneo de desconfianza frene el ritmo de las renovaciones, para provocar el desequilibrio en el mercado cambiario, con lo cual el Banco Central se ve forzado a vender una parte de sus reservas. Las entradas de nuevos créditos y las renovaciones se retraen aún más, culminado el proceso en un pánico generalizado, en una fuga masiva de divisas y en una brusca devaluación.

Aunque esta frase sea larga y algo complicada de entender para Ud como lector, es muy sencilla. Dice que si nos endeudamos y no destinamos esos fondos a incrementar nuestra capacidad exportadora o capacidad de sustituir importaciones, lo más probable que suceda es que funda el pánico, que las reservas del Banco Central se fuguen y que el gobierno decida devaluar. Un camino que ya conocimos en la década pasada, y que considero que ninguno de Uds quiere volver a repetir.


Para solucionar desequilibrios externos, la respuesta más sencilla es subsidiar las inversiones y los insumos tecnológicos para el sector agropecuario, necesarios para el aumento de producción o para la incorporación de tierras marginales. La respuesta más sofisticada es la combinación de precios agropecuarios más altos con un impuesto sobre la tierra. El aumento de precios proveería un incentivo mayor para los aumentos de producción basados en inversiones o mejoras. El impuesto sin afectar estos incentivos para la nueva producción neutralizaría el incremento de ingresos correspondientes a los volúmenes que ya se estaban produciendo de antes en base a la explotación extensiva. Además, debería establecerse un límite realista al costo de sustitución compatible con el nivel promedio actual de los costos industriales y promoverse enérgicamente la sustitución de todas las importaciones que pudiera hacerse dentro de este límite de costo.

Se refiere a cómo solucionar desequilibrios, pero a mí me interesa lo que resalté porque lo relaciono con lo que puede ocurrir a partir del próximo año: aumento de precios agropecuarios vía quita de retenciones que incentivará a aumentos en la producción. El aumento de precios agropecuarios será compensado con el cobro estricto de Impuesto a las Ganancias. El Impuesto neutralizará el incremento de ingresos correspondiente a los volúmenes ya producidos antaño.

Dado que el tipo de cambio se fija sobre la base del sector agropecuario, no resulta adecuado para el sector agropecuario de una productividad menor. Es así, que los precios industriales expresado al tipo de cambio agropecuario resultan más altos que los internaciones.

Se pretende que los mismos productos industriales, cuya menor productividad relativa se reconoce por medio de tipos de cambio importadores muy superiores al nominal, se exporten a un tipo de cambio primario que no les corresponde. Es esta asimetría cambiaria la que imposibilita el desarrollo de las exportaciones industriales, obliga a seguir el camino autárquico y lleva al callejón de la política sustitutiva caracterizado por la imposibilidad de autofinanciar en divisas el desarrollo y por periódicas crisis que tienden a desindustrializar el país.

La imposibilidad de exportar productos de industrias relativamente más productivas que podrían competir en el mercado internacional en base a un dólar que no superase más que en un 70% al dólar agropecuario lleva a las periódicas crisis de Balanza de Pagos.

El autor de esta frase propone que en vez de promover políticas de sustitución de importaciones, que vimos hace muchos años que no funcionaron, se aumente el tipo de cambio. Ello permitirá que los bienes de nuestro país sean más baratos frente al mundo, y que justamente los bienes industriales logren capacidad exportadora.