->Así como hace algunos
meses escribí sobre modelos económicos de economías cerradas y nivel de precios
fijo (que aplicaban en el siglo XIX), hoy les propongo ampliar con más
información acerca de los modelos económicos actuales: de economías abiertas y
nivel de precios flexible. La metodología de trabajo será una frase en cursiva
y sus comentarios debajo. Aquí vamos.
Tiene que existir un consenso a nivel de
los sectores dirigente de que se está tomando una medida en la estructura real
de productividades y no de un estímulo temporario otorgado de lástima a una
industria ineficiente. Únicamente en este caso podrá hacerse una promoción
realmente enérgica y, además, darle el carácter verdaderamente estructural y
permanente a la medida. Lo esencial es evitar que los incentivos otorgados por
una repartición se anulen por disposiciones tornadas en otra oportunidad,
queden abolidos por el próximo gobierno o se diluyan a través de una política
de cambio estable frente a los costos internos crecientes.
Esto
podría entenderse como la aplicación de expectativas racionales. Estas están
relacionadas a la toma de decisiones a partir de las condiciones que me son
dadas HOY. Me dicen que va a suceder y yo a partir de ello tomo decisiones. La
política económica en la actualidad tiene mucho de racional y debe hacerse de
esta manera, consensuando y logrando que todos los sectores la entiendan como
una política estructural y no de ajuste.
La mayor parte de los economistas, de
los funcionarios y de los factores de poder que obstaculizan la adopción de
instrumentos que pudieran solucionar los problemas del sector externo no se dan
cuenta ni remotamente de las consecuencias de sus actos. No tienen ni idea de
que están haciendo implícitamente una opción a favor de la corriente saneadora
de la economía y del retorno al país agropecuario, postura a las que de ningún
modo prestarían su adhesión explícita.
¿Sabemos
cómo desarrollar industrias y otorgarles capacidad exportadora y, sin embargo,
no podemos aplicar políticas afines? Se me ocurre compartirles una respuesta de
un periodista que en alguna oportunidad tuvo la amabilidad de decirme por qué
él creía que Argentina siempre estaba en el centro de atención, y no otros
países Latinoamericanos como Perú, que tenían el visto bueno de los
economistas.
Los tigres asiáticos no tuvieron
aumentos notables de la productividad total de los factores sino que ahorraron
e invirtieron. Pusieron a más gente a trabajar, y se concentraron en la
educación para aumentar el capital humano. Los cuatro países tuvieron un
aumento drástico en la proporción de la población económicamente activa debido
sobretodo a que aumentó la participación de las mujeres en la fuerza de
trabajo. Los países también aumentaron significativamente su capital humano y
llevaron la escolaridad a grados próximos a los que se ven en las principales
naciones industrializadas. Los cuatro tienen gobiernos relativamente estables.
Los cuatro tienen una política económica dirigida al exterior y alientan a sus
industrias para que exporten, compitan y aprendan a sobrevivir en el mercado
mundial. Es tranquilizador ver que puede hacerse ‘’a la antigua’’ mediante el ahorro, el trabajo forzado y la
competencia.
Lo
más importante de esta frase: ‘’a la antigua’’. Ahorrando y sacrificando
consumo: de lo que ganás, consumís un 80% y el excedente lo ahorrás. No
gastás más de lo que tenés, ni te gastás todo. Trabajo forzado: lo que
ganás, lo ganás gracias a tu esfuerzo mediante el trabajo. Nadie te lo da
gratis. Competencia: claro está que desarrollarse en un mundo donde no
sos el único alentará a que te esfuerces por ser el mejor, y no continúes con
una tendencia monótona sin nunca animarte a cambios.
Los países más pobres tienen muchas
presiones para invertir en capital humano. Muchos de los países más pobres
también tienen un ambiente hostil a la inversión extranjera, ya que por
políticas deliberadas que pretenden alentar la producción interna o, porque el
entorno económico y legal es inseguro, y las naciones no pueden o no quieren
garantizar a los inversionistas la capacidad de repatriar sus utilidades.
Dos
justificativos. No querés recibir inversiones e intentás arreglártelas solo,
para bien o para mal: Argentina en los últimos doce años. No tenés el aparato
económico y legal propicio para asegurar que los inversores puedan repatriar
sus utilidades (recibir en su lugar de origen las ganancias fruto de la
inversión de su dinero).
Se conoce como infraestructura social a
las instituciones y políticas gubernamentales que determinan el ambiente
económico. En países ricos, tal vez no haya que pagar sobornos, el gobierno
protegerá la empresa de robos y se cuenta con una sistema legal para imponer el
cumplimiento de contratos y resolver las disputas. En otras partes del mundo,
abrir un negocio convierte al empresario en blanco para expropiaciones de
terceros y hasta del propio gobierno. No sorprende que la gente tenga más
espíritu emprendedor y que se incline a ahorrar e invertir más en países donde
pueda cosechar sus beneficios. Todo lo que se requiere para que individuos y
empresas sean productivos es un buen sistema legal, impuestos estables y
burocracia gubernamental con límites.
Estas
son simplemente definiciones. Uds podrán adaptarles a nuestra Argentina, según
consideren seamos un país rico o pobre.
Desde hace algunos años, Argentina
desuscribió a los organismos financieros internacionales: Fondo Monetario
Internacional, Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Mundial e inversores
internacionales. A lo largo de la historia, la integración es mayor o menos.
¿Volveremos?
Para lograr más competitividad debe
ocurrir un incremento del tipo de cambio o decremento de los precios internos.
¿Cómo
evitamos una devaluación? Con políticas que disminuyan los precios de la economía
interna.
Si los resultados de las mediciones de
índices de pobreza e indigencia me dieran un 10% de familias pobres y un 13% de
personas pobres, la no coincidencia de
las magnitudes relativas responde a que las familias pobres tienden a ser más
grandes, es decir, su núcleo familiar está compuesto por más personas o por más
integrantes que las familias no pobres.
Para lograr un crecimiento sustentable,
las curvas de oferta agregada y demanda agregada deben crecer en paridad.
Esto
es importante de aclarar. En mi nota pudo haberse malentendido que yo estoy sólo
a favor de las políticas de oferta agregada. No. A mí me interesan políticas de
oferta y demanda agregada. Las dos. Pero juntas. Sino no sirve.
De acuerdo a las expectativas
adaptativas desarrolladas por Milton Friedman en la década de los ’70, las
expectativas de inflación se basan en lo que ocurrió en el pasado, es decir,
ante un incremento del salario nominal, el trabajador trabajará durante más
horas por creer que su salario real es mayor. Luego, se percatará de que su
salario real perdió capacidad de compra por un incremento de precios (por éste
se había incrementado su salario nominal) y se dirige a su empleador para
solicitarle un nuevo incremento de su salario nominal. En las expectativas
racionales desarrolladas por Robert Lucas en la década del ’80 se afirmó que
los individuos forman sus expectativas tomando en cuenta toda la información
disponible y no cometen errores sistemáticos. Las políticas económicas
efectivas son aquellas que no pueden ser anticipadas por los agentes. Una
política de Gasto Público expansivo (demanda agregada) se corresponderá con un
incremento de los tributos en el futuro. Una política de expansión de la
cantidad de dinero (demanda agregada) se corresponderá con un incremento del
nivel de precios en el futuro. Si el nivel de salarios nominales del trabajador
crece, éste no trabajará más porque sabrá que ese incremento fue nominal.
Las
expectativas adaptativas y racionales son importantes para analizar la Macroeconomía.
No se ve mucho de ellas en las clases de la facultad. Tal vez porque no se las
conoce demasiado. O tal vez porque se quiere ocultar el fracaso de alguna de
ellas en períodos posteriores. A través de la frase anterior se las presento.
Si en Argentina el dinero fuese neutral,
tal como lo afirman los clásicos, ¿cuál es la mejor política económica para
revertir la situación actual? Desde una perspectiva clásica, la respuesta económica
es una política monetaria contractiva.
La disminución o sacrificio de consumo
puede ser logrado a través de una suba de tributos, es decir, a través de una
política fiscal contractiva.
Desafíos
para la Argentina que se viene: ¿políticas de demanda agregada contractivas?
Los déficits comerciales se reequilibraban
tomando deuda externa. También se podía hacerlo frenando el consumo. Ambas
alternativas no son sostenibles en el largo plazo.
De acuerdo a la corriente de pensamiento
keynesiana, el retorno a una estructura productiva con balanza comercial
superavitaria y exportaciones de bienes transables se estimula desde el Estado
a través de una devaluación. Los estructuralistas refutan la teoría keynesiana
diciendo que la devaluación será contractiva porque subirán los precios de la economía
local, bajará el salario real y, con ello, el consumo. Una política regresiva
en la medida que baja la participación de los trabajadores y sube la
participación de los empresarios.
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