‘’La
jefa’’, seudónimo proveniente de las filas de La Cámpora.
‘’Ella
sigue prometiendo casi cada semana nuevos planes de ayuda y más
nacionalizaciones, que suben su popularidad entre sus fieles aún a riesgo de
dejar todos los probables ajustes para el siguiente gobierno’’.
Creo que no hay que hacer magia para que se
pueda entender con claridad: un gobierno nacionalista, un Estado presente e
igualitario, una figura presidencial personalista y un modelo nacional y
popular. Hay que tener en cuenta todos estos tips a la hora de caracterizar al
gobierno, porque muchas veces criticamos las acciones y políticas llevadas
adelante, tal vez sin saber que éstas van de la mano de sus principios, que
fueron apoyados mediante elecciones por más del 50% de los votos.
“Si gana un peronista ella acabará desapareciendo, el
peronismo solo responde a un líder, pero si gana Mauricio Macri [el alcalde de Buenos Aires, conservador], ella podría querer ser la líder de la oposición
para volver después como [Michelle] Bachelet, la presidenta chilena”, asegura
Fidanza.
¿Esto
es factible? Claro. No nos vamos a involucrar demasiado porque el caso Chile no
viene al tema. Cuando se dice que Cristina no quisiera que su partido triunfara
este año, puede estar en los cierto. Recordemos la cara de Daniel Scioli junto
a Juan Cabandié y Amado Boudou tras la floja actuación del Frente para la
Victoria en las elecciones legislativas de 2013, cara de no sentirse parte.
“La tendencia
de cambio en la sociedad es muy fuerte desde hace tres años, nuestros datos nos
hacen pensar que va a ser presidente un opositor aunque ahora detectemos un
triple empate entre Scioli, Macri y Massa (peronista, exjefe de Gabinete de
Kirchner, ahora opositor)”, señala Carlos Fara, presidente de otra gran
encuestadora.
Cuando
se habla de tendencia de cambio, ¿qué es lo que se quiere cambiar? En lo
personal, yo me siento identificado con el cambio en la inflación, la
inseguridad y la corrupción. Para mí son los tres pilares que deben ser
manejados de otra manera, deben ser escuchadas otras voces. Porque lo demás, no
se está haciendo mal. Si uno toma una actitud crítica y decide leer historia
argentina, no sólo escucharla por los medios de comunicación, se enterará que
Argentina (salvo en los puntos mencionados) está bien.
‘’El polo opositor empieza así a
simplificarse y radicalizarse, bajo el liderazgo de un candidato que se
caracteriza por una práctica antikirchnerista consecuente, un perfil
empresarial y liberal opuesto a las mejores conquistas de la década y un
discurso que se apoya en las facetas más reaccionarias de la antipolítica. Si
sale bien parado de abril, el macrismo sin dudas habrá logrado convertirse en
el principal oponente del Frente para la Victoria y terminará de encaminar al
país a una fuerte dinámica de polarización donde podrá representar la principal
propuesta de cambio, que de triunfar significaría un retroceso de grandes
magnitudes’’.
Cuando
en el primer párrafo nos referíamos a las características del gobierno actual,
aquí encontramos exactamente las contrarias, las emitidas por la oposición, por
la Nueva Alianza: cambio, ¿gobierno liberalista?,
Estado empresario, oídos sordos a las conquistas de la déKada. Desde mi punto de vista, estos son los
motivos por los que no hay que votar a Mauricio Macri y compañía. Más allá de
que seguramente podrán resolverse los pilares que mencioné como alarmantes, un
nuevo gobierno que diga que su antecesor hizo todo mal, es un gobierno que no
tiene pensamiento crítico. Todos sabemos que, independientemente del partido
con el que estén nuestras convicciones, los gobiernos democráticos se
caracterizan por hacer cosas bien y cosas que no le salen tan bien. Pensemos
antes de actuar.