->
Hoy el programa radial Partida Doble de la Facultad de Ciencias Económicas de
la UBA, hizo hincapié en la Deuda Externa y contó con la participación de los
economistas Javier Finkman y Sebastián Katz. Aquí algunos de los tips más
importantes de los que se habló.
Mientras
que luego de la salida de la convertibilidad el ratio deuda/PBI era de 140%, en
la actualidad el ratio deuda/PBI se
ubica en torno al 20%. Esto representa un logro del gobierno kirchnerista
que se debe reconocer.
En
el año 2005 se decidió negociar con los tenedores de bonos defaulteados en 2002
cuánto se les iba a pagar. La propuesta consistió en 30 centavos por cada dólar
defaulteado. Aceptaron el 76% de los acreedores. Más adelante, en 2010, se
reabrió la reestructuración de bonos y se sumó un 17 a la propuesta inicial. Es
decir, quedó un 7% afuera que el
gobierno kirchnerista denominó Buitres.
De
aquel 7%, algunos se enjuiciaron con nuestro país. No así otros. La propuesta
del gobierno actual contiene una quita de entre el 25% y 30% sobre el monto que
figura en el fallo contra nuestro país. A los poseedores de ''sentencia monetaria'' les corresponderá
cobrar entre un 200% y 400% sobre el capital original, mientras que a los sin
sentencia se les pagará un 150% sobre capital original (100% de capital + 50%
de intereses acumulados a una tasa del 3% anual). El pago a este 7% se
corresponde con una cifra cercana a los 12.000
millones de dólares, para lo cual el gobierno planea la emisión de bonos. La
cláusula RUFO, que impedía mejorar las ofertas de buitres a costas de los
bonistas ingresados en los canjes, terminó en diciembre del año pasado.
Además del pago a los fondos buitre, se planea la emisión de deuda por entre 5 y 7 mil millones para financiar el déficit fiscal actual. Las expectativas a la fecha del gobierno es que su costo de colocación será en torno al 7,5%. No debiera sorprenderse si esta cifra resulta ser más alta.-> Llegado el fin de doce años de kirchnerismo, un nuevo gobierno con una propuesta diferente reabre las negociaciones con los conocidos fondos buitre.
28/02/2016: Un bono es un documento que puede emitir un ente público o privado con el único objetivo de recibir financiamiento, es decir, recibir dinero. Es un ‘’papel’’ que dice cuánto vale (Valor Nominal 100), que dice quién lo emite (en nuestro caso la República Argentina) y que tiene cupones con sucesivos vencimientos que el emisor debe ir cancelando al transcurrir la vida del bono.
Argentina
a lo largo de su vida económica emitió muchos de estos bonos. Pero hubo unos
que tuvieron una particularidad. No pudieron ser pagados por no disponerse del
dinero para cancelarlos. Esto ocurrió en la crisis económica, financiera,
política y social que tuvo lugar en nuestro país hacia fines de 2001.
Los
bonos que se emiten, al día siguiente cotizan en el mercado de valores. Esto
quiere decir que hoy puedo comprarlo por $100 y mañana valer $110 o $90. Su
valor lo determina la oferta y demanda del mismo. Ahora bien, ¿qué sucedió en
2001? El valor de estos bonos cayó a niveles irrisorios. Supongan que a $10.
Aquí es cuando los llamados fondos ‘’buitre’’ compraron bonos argentinos. ¿Por
qué se los conoce como buitres? Por comprar bonos a un precio mucho menor que
el que figura escrito, es decir, mucho menor a su valor nominal. Luego,
reclaman que se les pague la totalidad de su valor nominal.
¿Qué
medidas tuvieron los gobiernos que sucedieron al 2001? El gobierno de Néstor
Kirchner ofertó 30 centavos por cada dólar. La misma oferta tuvo lugar cinco
años después, en 2010. Esto se conoció como reestructuración de la Deuda
Externa Argentina. Muchos de los acreedores (a quienes se les debe dinero)
aceptaron la oferta del gobierno argentino por sentido común: antes que no
cobrar nada, cobremos algo. Otros acreedores, una minoría, no convencida con la
oferta del Estado argentino decidió demandarlo (fondos buitre).
Luego
de la reestructuración de 2005, se sancionó la Ley Cerrojo, que establece que
el Poder Ejecutivo no podrá reabrir el proceso de canje de bonos después del 25
del actual (25/02/2005) ni efectuar cualquier tipo de transacción judicial,
extrajudicial o privada respecto de esos bonos, y aquellos papeles que no se
hayan canjeado hasta ese día serán retirados de todas las bolsas y mercados de
valores en los que estuvieran cotizando.
Ahora
bien, una de las cláusulas vigente en este bono se llama pari passu, que
significa que los acreedores tienen igual prioridad para cobrar cuando se
venden activos. Por otro lado, tras las reestructuraciones se implementó la
cláusula RUFO, que impide pagarles a los buitres más que a los bonistas que
ingresaron a los canjes de 2005 y 2010. Dos fondos buitre argumentaron que
Argentina no podía pagarles a los bonistas que aceptaron el canje y a ellos no
porque se violaba la cláusula pari passu mencionada en el párrafo anterior.
Thomas Griesa falló a favor de estos fondos.
Argentina,
durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, no tuvo mejor idea que
sancionar la Ley de Pago Soberano, que cambia la sede de pago a Buenos Aires o
Francia (en vez de Nueva York). Con esta ley promulgada, el paso inmediato fue
la creación de Nación Fideicomisos, donde se depositaron los 200 millones de
dólares correspondientes al próximo vencimiento de la deuda, el 30 de
septiembre de 2014.
Hasta
aquí un poco de historia y definiciones
para que Uds como lectores puedan comprender el tema. ¿Qué sucedió tras
la victoria y asunción del Ingeniero Mauricio Macri? Griesa firmó una orden en
la que sostuvo estar dispuesto a levantar la restricción que pesa sobre la
Argentina, siempre y cuando se deroguen las leyes 26.017 y 26.984, conocidas
como Cerrojo y de Pago Soberano. Esto recién aún llegará a tratarse en marzo
cuando el Poder Legislativo comience a sesionar. Mientras tanto, el ministro de
Hacienda y Finanzas Alfonso Prat-Gay se prepara para emitir deuda por u$s
15.000 millones (deuda por u$s 20.000 millones con una quita del 25%). Aunque no ha sido anunciado oficialmente, se piensa en
bonos que tengan jurisdicción en Estados Unidos y que paguen tasas de mercado
de un país financieramente normalizado. Al día de la fecha, sólo un tercio de
los fondos buitre ha aceptado la oferta del nuevo gobierno (2,65 dólares por
cada dólar en default), que deberá esperar hasta 150 días desde firmado su
acuerdo para recibir el efectivo prometido.