>El
2014 será recordado por los trabajadores como un año de clara pérdida de poder
adquisitivo.
Según
datos del Centro de
Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA) (Central de Trabajadores de Argentina (CTA) oficialista) observamos que nos encontramos en el segundo
trimestre de 2014 con una fuerte caída, de un 7,7% interanual.
¿Por
qué la inflación? El monetarismo apela a un supuesto clave: la economía se
encuentra operando al límite de su capacidad instalada y no existe población
desempleada, por lo que es imposible el aumento de la producción en el corto
plazo. Por lo tanto, si se produce una inyección de dinero que empuja la
demanda de bienes y servicios, aumentarán los precios ya que la producción no
puede aumentar.
La
realidad contradice las premisas monetaristas. La economía actualmente no está ‘’recalentada’’.
El uso de capacidad instalada es bajo, de hecho está en un nivel mínimo de los
últimos años. Por otro lado, tampoco se ve un aumento de la demanda que
presione la oferta, siendo que el consumo está cayendo desde fines de 2013,
justo cuando se produce un aumento de la inflación.
Para
intentar emparejar el deterioro salarial, la totalidad de centrales sindicales
y numerosos gremios han encontrado una fórmula a la que no es la primera vez
que apelan, aunque en esta ocasión aparece con mayor urgencia: el bono de fin
de año (suma fija no remunerativa que los empleadores pagan por única vez).
Como siempre, ante la negativa oficial, los precandidatos 2015 aprovechan la
oportunidad para afirmar que ellos harían las cosas mejor.
Yendo
al supermercado, pagando el alquiler, subiéndose a un medio de transporte, es
más tangible que nunca que el poder de compra ha enflaquecido. El intento de
este año de compensar el impacto inflacionario de la devaluación de enero fue a
través del programa Precios Cuidados, que en ciertos casos ha logrado marcar un
precio de referencia, pero cuya incidencia en la canasta básica de cualquier
trabajador ha sido limitada. Esta política de sentarse a negociar con los
grandes supermercadistas sin un complemento de aumento salarial significativo
resulta incompleta.
Entre
los más afectados se encuentran aquellos con menores ingresos, donde la
inflación impacta en mayor medida, a través del aumento sostenido de los
alimentos. Y por otra parte incide fuertemente en el sector de trabajadores
informales, quienes cuentan con un trabajo, tienen menor poder de negociación y
por lo tanto cuentan con menores aumentos salariales y la nula capacidad de
negociar un bono de fin de año.
Ayer,
la presidenta Cristina Kirchner anunció que "los trabajadores con ingresos que no superen los 35.000 pesos mensuales no pagarán (Impuesto a las
Ganancias) sobre
el medio aguinaldo" de diciembre. La medida se produce luego del lanzamiento
del paro de 24 horas que la semana próxima comunicarán
que realizarán los gremios de transporte terrestre, aéreo y marítimo, en
respuesta a la negativa del gobierno nacional a modificar el impuesto a
las ganancias, así como otros reclamos sindicales (bono de fin de año.
Gentileza: periódico ''Cambio'', movimiento popular Patria Grande.
Gentileza: periódico ''Cambio'', movimiento popular Patria Grande.
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