domingo, 9 de noviembre de 2014

[OPINIÓN] El peronismo de CFK

>Día a día estudiando y repasando Historia argentina me es más comparable el gobierno de Cristina al de Perón. ¿Por qué?


Principales precandidatos a elecciones presidenciales.

Los gobiernos peronistas están caracterizados principalmente por la política distributiva. Perón fue quien consolidó salarios altos, aguinaldos, vacaciones pagas, sistema previsional y jubilatorio. Prometer tantas cosas implicó una tarea ardua que cumplir, y ella se logró con ingresos por exportaciones y fuerte presión tributaria. La gran incógnita es qué hacés cuando sos un país productor de materias primas y por aquellos vaivenes del comercio internacional, caen los precios de tu producción y recaudás cada día menos, es decir, se te rompió la estructura que planificaste cuidadosamente.

Durante el gobierno de Néstor, yo tenía entre 7 y 11 años, insuficiente edad para entender de política y poder dar una opinión acorde (en los libros de Historia este período todavía no se analiza). Durante Cristina, volvimos a repetir la política distributiva: asignación universal por hijo, jubilación amas de casa, programa de respaldo a estudiantes sin recursos (PROGRESAR) y demás. La gran diferencia con Perón, es que ahora el financiamiento de esta política distribucionista (conocida en nuestra jerga como ‘’planes sociales’’) no se hace con recaudación de exportaciones, se hace con tributos (uno de ellos, el Impuesto a las Ganancias). ¿Y por qué nos molesta tanto? La inflación nos carcome, los salarios nominales aumentan por el incremento de precios anterior y las bases no se actualizan, el sistema sigue siendo el mismo. Qué parecido al gobierno de los ’50.

 ‘’Juventud peronista’’ y ‘’La Cámpora’’. El parecido te sorprende. Los eslóganes también tienen su semejanza: ‘’proyecto nacional y popular’’ de Cristina, corresponde a la política nacionalista y de masas que impulsaba Perón.


Mirar a Jorge Lanata pasó de moda porque se transformó en un periodismo crítico a un nivel que no vale la pena. La realidad es que no está TODO MAL, pero tampoco está todo bien. En 2001 los que decían que estábamos de maravilla se equivocaron terriblemente. Hoy no podemos negar el progreso que se hizo en la Argentina. Recuerdo cuando allá por 2003, mis papás me decían: ‘’Pronto van a cambiar los trenes de ahora a nafta, por unos nuevos’’. Y eso pudo concretarse en este 2014. Tenemos que leer, tenemos que aprender, tenemos que debatir, involucrarnos, no volver a repetir los mismos errores del pasado. Elegir con conciencia.

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