domingo, 26 de julio de 2015

[HISTORIA] Deuda Externa Argentina.

->Acabo de finalizar la lectura de ‘’El crimen de la deuda externa’’ de Néstor Forero, un texto que me fue obsequiado por la participación y buen resultado obtenido en las Olimpíadas de Ciencias Económicas 2013 desarrolladas en la Universidad Nacional del Oeste, ubicada en la localidad bonaerense de San Antonio de Padua. Les propongo una reflexión con contenido muy interesante, que tiene el objetivo de no ‘’dejarse llevar’’ por las opiniones de familia o medios de comunicación, que muchas veces es incompleta y no logra la idea completa necesaria para la toma de decisiones acerca de nuestro futuro. Acompañarán a cada reflexión diapositivas con capturas de los distintos capítulos del texto. Aquí vamos.

Los primeros capítulos del libro se abocan al fuerte endeudamiento externo que ha tenido lugar en Argentina durante el Proceso de Reorganización Nacional (Videla, Viola, Galtieri, Bignone) con además, impactos destructivos hacia la industria nacional que comenzaba a consolidarse. Aquí, como en muchas otras oportunidades se observa que los ministros y funcionarios públicos ‘’del pueblo’’ toman decisiones de las que se benefician en un corto plazo, pero que impactaron negativamente en la economía y en la sociedad argentina. De esta manera, mientras que el poder político se benefició con ganancias, la sociedad sufrió y el país perdió para sus generaciones venideras. Se acompañan tres diapositivas.




Luego, llegaría el turno de Carlos Menem. Es importante destacar que Menem auguraba durante su campaña un modelo nacional y popular, que se desplomó cuando asumió porque aplicó exactamente todo lo contrario (modelo neoliberal). Un verdadero traidor. Cuesta entender (creo que nunca lo voy a entender) cómo la sociedad argentina lo votó nuevamente en 1996 y en 2003. El resultado de la conocida década de los ’90 fue conocerse por primera vez en nuestra Argentina el término indigente, es decir, la persona que no tenía ingresos suficientes para acceder a la canasta básica de consumo.  Aquí comenzarían a aflorar los problemas pobreza, desnutrición, educación ajustada hacia abajo, importadores de energía, justicia ineficiente, que prosperan en la actualidad. El claro camino a seguir es separar a los defensores de lo nacional (aunque piensen distinto) de los partidarios de poderes externos, la unión nacional y la unión latinoamericana. Visto que tuvimos dictaduras en las mismas épocas, somos países productores y exportadores de materias primas y fuimos endeudados durante los ’70 producto de la abundancia de petrodólares, debiéramos unirnos y luchar contra las fuerzas que nos quieren dominar. Se adjuntan seis diapositivas.







El modelo neoliberal al que me referí en el párrafo anterior acuñó políticas que generaran ingresos (visto el déficit de cuentas fiscales) mediante el conocido proceso de privatizaciones de empresas públicas (YPF, AA, Entel). Estas acciones, tendientes a consolidar el poder de privados del exterior, fueron aprobadas por los medios de comunicación. Pensemos que las privatizaciones ocurrieron mediante leyes discutidas y sancionadas en el Congreso Nacional, que no tuvieron una disidencia por parte del ‘’pueblo’’. ¿Por qué no? Porque el pueblo se informa a través de los medios de comunicación y si éstos le dicen que todo anda bien, el pueblo lo cree. Por eso es tan importante no quedarnos con los medios de comunicación televisivos, y consultar diarios, libros, estudiar, informarnos. Las decisiones correctas se toman cuando las personas nos informamos de manera completa. Previo a la decisión de privatizar, el Estado absorbió las deudas que tenía cada una de esas empresas y luego las vendió. Las vendió a precios ‘’viles’’, precios fuera de toda cordura. Los ingresos por ventas fueron menores a la deuda absorbida y significaron un 2,6% de su verdadero valor. Sólo se abonaron 17 mil millones de dólares por lo que se valuaba en un billón de dólares. Esto es algo que la sociedad no puede volver a cometer y no puede perdonar a quienes fueron responsables de acciones de semejante magnitud.  Es inentendible cómo en la actualidad Mauricio Macri, precandidato a presidente, es apoyado por un 30% del padrón cuando su propuesta gira en torno a políticas de corte neoliberal y cuando sus funcionarios participaron en los gobiernos de la última década del siglo pasado, provocando todas estas cuestiones que menciono que lastimaron e hicieron sangrar a la sociedad argentina. Argentina se acostumbró a la frase ‘’roba pero hace’’, la que acompaño junto a otras dos diapositivas.




 Respecto al sistema impositivo. El año pasado en una exposición sobre 10 años de post-convertibilidad, uno de los concurrentes afirmó que no veía grandes cambios estructurales entre lo que fue el menemismo de los ’90 y el kirchnerismo de los ‘00. ¿Qué quiso decir con esto? El sistema impositivo perdonó de alguna manera a los que más generaban riquezas (altos ingresos, juego, renta financiera) y se dedicó a augurar impuestos al consumo. En la actualidad, esta situación continúa exactamente igual. Pienso que debiera avanzarse, de manera integral, a ver con qué otras formas podemos asegurar cuentas fiscales superavitarias, aún en períodos de crisis. Porque siempre se las critica (al fisco, a sus cuentas y al gasto durante períodos adversos) y la solución no es quitar impuestos y reemplazarlos por otros que no significan una recaudación igual o mayor, sino menor. Si no gastamos lo mismo estamos ocasionando un Estado ausente, y eso no es lo que quiere la sociedad argentina. Por tratados de garantías de inversión firmados en la última década del siglo pasado, no pueden ser aplicados el cobro de derecho a los sectores energéticos, mineros, financieros y pesqueros. Esto tal vez lo desconocían y son actividades económicas que, dentro de nuestro proyecto nacional y popular, pueden desempeñarse con total liberalidad y administradas por empresas foráneas. Estos tratados no fueron observados ni denunciados por las sucesivas administraciones que le han sucedido. Se acompañan tres diapositivas.




Para cerrar, recuerdo que cuando tuve que exponer el trabajo ‘’Mercados Monopólicos Actuales’’ (cargado a este blog), en el que se hablaba mucho de la disputa entre Gobierno Nacional y Grupo Clarín, me aconsejaron que me limitara a dar la información que se encontraba en el trabajo y que no pusiera en conocimiento mi ideología política, ya que podría generar una confrontación y respuesta no esperada por parte de los evaluadores. Al final, no tuvimos inconvenientes. Ahora bien, la profesora tutora que nos acompañó en la elaboración de este trabajo de investigación advirtió que una de las personas que nos iba a evaluar, en este caso Néstor Forero, tenía una fuerte ideología política peronista y kirchnerista. Al leer este texto, encontré palabras como: exterminio, feudalismo, vasallaje, imperialismo, invasión, conquista, amo, esclavo, holocausto, civilización y barbarie, genocidio y filántropos de las multinacionales. Todos estos términos los anoté porque me hicieron acordar mucho a noticias del periódico Patria Grande, que también hacían uso de estos conceptos. Patria Grande tiene ideología de izquierda pero populista, es decir, que le gusta el modelo practicado en los últimos 12 años. Por otro lado, en algunos capítulos de este libro, se mencionan problemáticas vinculadas a la pobreza, desnutrición, educación, justicia y desarrollismo. Problemáticas a las que el gobierno en ejercicio no se refiere puntualmente, y sí encuentran respuestas concretas en el Frente Renovador de Sergio Massa, que se ubica dentro de un peronismo disidente. Resumiendo, podríamos decir que la visión del autor es peronista, populista y antiimperialista.

Adjunto un video de Adolfo Rodríguez Saa (presidente de la Nación en 2001) anunciando en el Congreso el cese de pagos de la Deuda Externa Argentina https://www.youtube.com/watch?v=eoPpu4dVIHs y los posteriores aplausos por parte de la mayoría de los presentes. ¿Qué son las deudas? Dinero que pedimos prestado y que debemos devolver junto a intereses en un cierto período de tiempo. ¿Qué pasa si no las pagamos en ese término? Se renegocian. ¿Debemos pagarlas? No caben dudas.

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